Manchitas, una guerrera de corazón

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Tiene un año y medio aproximadamente. La primera vez que la vi pensé: «No va a sobrevivir».

Un motociclista la atropelló y la dejó tirada en la calle. Había pasado toda la noche bajo una terrible lluvia, y cuando la encontraron al día siguiente, estaba empapada y totalmente deshidratada. Casi no tenía señales de vida cuando una señora, con la ayuda de otras personas, la llevó a la veterinaria. Allí fue atendida inmediatamente y puesta bajo cuidados extremos.

Contra todo pronóstico, Manchitas «saco sus garritas» y, en cuestión de unos pocos días empezó a caminar. Su nariz empezó a tomar un color rosado (como un corazón) y empezó a mostrar señales de mejoría. Ahora tiene una cirugía en el fémur izquierdo, posiblemente pierda la patica delantera y está embarazada de 3 gatitos.

Lo que más admiro de ella es su fortaleza de espíritu. Pese a todas las adversidades, ha superado la indiferencia humana con mucha dignidad y entereza. Cuando algunas personas notan su discapacidad, la miran con lástima y exclaman: «Pobrecita! qué le paso en su patica?. Yo, lo más cordialmente que puedo, les respondo: «No es pobre, es muy rica porque tiene todo lo que ella necesita. Además, ella tiene tres paticas pero usted solo tiene dos».

Y es la verdad, lo último que me inspira Manchitas es lástima. Por el contrario, siento una enorme admiración por ella y por muchos peludos que pasan por situaciones similares y, a diferencia de muchos de nosotros, no se dejan llevar por el odio ni el resentimiento y logran superar con mucha valentía esas y otras adversidades, empezando por la propia desconsideración e ignorancia humana.

Gracias Manchitas por esta lección de vida.