La alimentación de nuestras mascotas

En los últimos años al igual que la medicina veterinaria en general, la alimentación y nutrición de nuestras mascotas ha avanzado a pasos agigantados teniendo en cuenta que, hasta hace 30 años era casi normal servirles la misma comida que ingeríamos nostros, los humanos (lácteos, carnes, granos, harinas, dulces, entre otros).

Pero a mediados de los 80’s, llegó el boom de la comida concentrada a Latinoamérica. Todo parecía ser perfecto porque prometían cubrir todas las necesidades de sus consumidores; tanto para los propietarios por ahorrarles presupuesto y sobre todo tiempo, como para las mascotas por que la comida concentrada contenía los nutrientes necesarios para ellos. Más adelante se crearon las marcas premium, variedades medicadas, holísticas, todas con atributos específicos y una infinidad de beneficios que parecían tener cubiertas todas las necesidades de un perro o un gato.

Actualmente el mercado va en aumento. En Colombia, según un estudio que hizo Fenalco, 10 millones de perros y 4 millones de gatos domésticos son alimentados diariamente con concentrados. El 56% compra el alimento para su mascota en los supermercados o grandes superficies; el 17% en tiendas; el 14% lo hace en almacenes especializados para mascotas; el 13% en graneros; y el 1% le da comida casera (sobras).

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En el último año, siendo consecuentes con la tendencia green y fitness de estos tiempos, han llegado al mercado otras formas de alimentación más naturales, más orgánicas, y enfocadas en el origen, haciéndonos ver a la comida concentrada muy dudosa y hasta perjudicial para nuestros peludos, por tener éstas muchos preservantes químicos, ingredientes dudosos (by products) y materias primas procesadas o transgénicas, sólo por mencionar algunos.

Hemos invitado a la Dra. Luisa Peláez, Médica Veterinaria Zootecnista de la Universidad CES, y a Germán Garcés, dos jóvenes emprendedores que viven desarrollando una propuesta interesante frente a este tema en la ciudad de Medellín, para conocer sus impresiones frente a qué tipo de alimentación es la más recomendada para nuestros pequeños amigos.

1. Actualmente en Colombia, además de los concentrados, ¿qué otros tipos de alimentación se pueden tener en cuenta?
Antes que nada muchas gracias por la invitación a participar en este Blog. Son muchas las marcas de concentrado que se encuentran actualmente en el mercado, sobretodo en lo que se refiere a alimentos secos (cuido o “bolitas”) que están disponibles en casi todos los almacenes de cadena, almacenes especializados en el cuidado de las mascotas, clínicas veterinarias, graneros, droguerías y hasta en estaciones de servicio. En los mismos lugares se pueden encontrar alimentos húmedos o enlatados (en su gran mayoría importados) pero que finalmente las vemos bajo el mismo criterio: por estar expuestas a pasar mucho tiempo en la vitrina del mercado, o viajar grandes distancias desde su origen, la gran mayoría contiene una serie de conservantes que NO son aprobados para el consumo humano por estar asociados a enfermedades degenerativas, y producir efectos colaterales (muchos de estos aditivos han sido prohibidos por entidades como la FDA – entre otras tantas), y que por ende, no son aptos para el consumo de nuestros amigos peludos.

En respuesta a todo esto, y como también lo mencionaban antes, recientemente han venido surgiendo nuevas opciones de alimentos basados en ingredientes naturales, que apelan a que nuestras mascotas (perros y gatos) son carnívoros como sus antecesores – los lobos y grandes felinos respectivamente -, y que son alimentos que brindan una mejor experiencia a la hora de comer.

Lo realmente importante al mometo de elegir el alimento para nuestras mascotas, es que más allá de ser rico para ellos o ajustados al presupuesto disponible, aporten todos los nutrientes que realmente necesitan para estar sanos.

2. ¿Son los concentrados tan malos como últimamente los propietarios de mascotas lo están percibiendo?
No creemos que sean solo los propietarios de las mascotas los que piensan eso (¿alguna vez probaste el concentrado?, ¿te gustaría vivir toda tu vida “comiendo solo eso”?); nos atrevemos a creer que la comunidad en general se sorprende y cuestiona ante el gran negocio de los alimentos concentrados. Nuestras mascotas evidentemente se resisten cada día más a comer “esas bolitas duras y secas”, de sabor harinoso y con olores y colores extraños. Sin temor alguno podemos afirmar que la gran mayoría de estos concentrados son malos.

Basta con mirar las tablas de composición, y darse cuenta que en su mayoría esos concentrados están conformados por harinas (soya, trigo, arroz, maíz, entre otros), y que tienen más proteína vegetal que animal. No es lo mismo, ellos no las pueden procesar correctamente por no estar preparados físicamente para hacerlo, cerca de cien años de “evolución” en una especie no son suficientes para cambiar su metabolismo.

Muchos de estos cuidos contienen productos transgénicos (que tampoco son sanos), y lo que las marcas consideran proteína animal, proviene en su mayoría de fuentes que no son realmente lo que ellos deberían consumir. En su preparación todo se incinera matando lo que sea, luego se mezcla con harinas para hacer las “bolitas”, estas se hornean, se bañan en grasa, se le adicionan sabores y colores, se le agregan conservantes (muchas veces derivados del petróleo) que permitirán que duren hasta 2 años en el estante esperando a que los compres y se lo des a tu mascota… que horror!

3. ¿Las enfermedades graves, crónicas y/o terminales que han venido apareciendo en los últimos años, tienen alguna relación con la alimentación que les estamos dando?
Dicen que “no es concluyente”, pero SI. Muchos estudios indican que hay una relación directa entre lo que las mascotas comen y las enfermedades que padecen. Luego de leer e investigar en muchas fuentes (exposiciones oficiales, académicas y personales) hemos llegado a la conclusión que muchas cosas se conectan: la solución a las alergias, deficiencias y fallas renales, gástricas, hepáticas, linfáticas, tumores en cualquier parte, problemas dentales, óseos, entre otros; se basa en dietas especiales (libres de esto o de aquello… y a unos costos infernales) y solo para volver a la conclusión que: una buena alimentación es la base para tener una buena salud. Más allá del interés económico que hay detrás de este mercado en vertiginoso crecimiento, debería primar sobre todo el beneficio de ellos, nuestros queridos amigos peludos.

4. ¿Por qué cada vez hay más mascotas con problemas de sobrepeso o gastrointestinales?
Puede ser reiterativo, pero NO solo esos problemas, también se aprecian enfermedades de riñón, hígado, problemas de piel, deficiencias de calcio. Lo que sucede es que en nuestros organismos y en el de los de los animales, todo está conectado: lo que comemos, condiciona de forma determinante el bienestar de nuestros organismos. El sobrepeso es el resultado frecuente de la ingesta de muchas harinas y carbohidratos que no logran ser procesados en la digestión, y consumidos efectivamente a través de la actividad física. Una alimentación realmente balanceada (acorde a su especie) y una rutina de ejercicio acorde a sus características, son la mejor alternativa para evitar este tipo de problemas.

5. ¿Es cierto qué, la gama y el precio del concentrado que come una mascota es de acuerdo a la raza del mismo?
Esta disposición o elección no se hace tomando como referencia la raza, eso es segregación. Se hace frente a factores como edad, el verdadero nivel de actividad de la mascota (muy condicionado por la raza, pero inherente a cada mascota en particular), a condiciones especiales de salud preexistentes o desarrolladas (la más frecuente por estos días), y finalmente condicionada a la capacidad económica del propietario, porque lo cierto es que hay precios para todos los gustos (una oferta variada y peligrosamente atractiva o tristemente arruinable).

Por otro lado, frente a las alternativas naturales, la única condición a tener en cuenta es un balance justo de lo que vemos que valen los ingredientes en el mercado como insumos de buena calidad, frescos, en temporada, más el proceso de producción (trabajo, equipos, empaque) vs. el precio de venta en que se nos ofrecen. No es algo que parezca ciencia espacial, es cuestión de poner de nuestra parte para hacer las cosas como corresponden.

6. ¿Qué es la dieta BARF?
BARF es el acrónimo de “Biological Appropriate Raw Food” (comida cruda biológicamente apropiada), lo que significa esto es que los ingredientes no han pasado por ningún tipo de proceso de cocción, y que por ende contiene los nutrientes naturales tal cual provienen de la fuente (bien sea vegetal o animal, incluyendo los huesos crudos). Y es así como podemos encontrar actualmente en el mercado diversas opciones que acuden a la misma filosofía (RAW – crudo), pero que contemplan la adición de otro tipo de nutrientes, procesos y variaciones de presentación. Lo cierto es que suele caracterizar este tipo de dietas, es que usan ingredientes frescos, seleccionados y proponen un balance de nutrientes más adecuado.

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