La llamé Pimienta porque el nombre le hace honor al color de su pelaje. La rescatamos de la calle hace unos meses. Usualmente, cuando las personas hacen este tipo de avisos, ponen lo mismo: es tierna, muy cariñosa, bien educada y juguetona. Yo digo que Pimienta es todo eso y que además pareciera que estudió en la «Escuela Felina de Gatos Educados», que luego se ganó una beca en «Universidad del Gato Equilibrado» y allí se graduó con honores y que luego hizo un postgrado en Control del Maullido y Ansiedad. Es como si viniera con el diploma bajo la patica, certificando que estudió para ser La Gata Perfecta.